El voseo en Costa Rica

El voseo existe en Costa Rica y otros pocos países en Latinoamérica, en contraposición al tuteo que es la norma en ese continente. Láscaris (español quien vivió y murió en Costa Rica desentraña las razones históricas de este fenómeno y ahonda en análisis gramatical del mismo.

EI voseo es una forma arcaizante de conversación, que fue bastante general en los siglos XVI Y XVII, que se perdió en la Península Ibérica, y que se ha conservado en algunos lugares de América, especialmente en Argentina (donde casi se convirtió en el eje de los intentos de construir un idioma “argentino”), y en Centroamérica, y con peculiaridad, en casi toda Costa Rica.

Originariamente, no es un fenómeno ni exclusivo, ni peculiar del costarricense, pero su evolución en el costarricense si ha sido peculiar.
Hay que recordar que los idiomas clásicos funcionaron sobre la construcción sintáctica del tuteo. EI griego y el latín fueron idiomas expresivos de formas sociales de conducta sobre el tuteo. La igualdad jurídica de los ciudadanos hacía que se pusieran dialógicamente en un plano de igualdad. Fue el desarrollo del aislamiento de clases sociales en el Medioevo lo que produjo lenguajes diferentes para clases sociales diferentes, dentro del uso del mismo idioma. Este proceso, en el caso del castellano, ya en los albores del Renacimiento, dió lugar a tres formas de tratamiento; dos originarias (el tu y el vos) y una tercera derivada de la segunda, el usted. EI origen del vos es muy sencillo. EI tú se fue desprestigiando gracias al feudalismo. Los señores feudales fueron estableciendo distancias respecto de los plebeyos, especialmente en el orden jurídico. La palabra de un noble “valía más” que la palabra de un plebeyo, y si un plebeyo contaba por uno, un noble tenia que contar por más. De ahí, el tratamiento de “nosotros” y de “vosotros”, referidos a un sujeto singular pero de valor plural. Recordemos la formula del Reino de Aragón: “Nos, que valemos tanto como vos, e juntos mas que vos, vos coronamos rey.” EI primer nos es nosotros en singular, cada uno de los nobles; pero ello está normalmente coordinado con el verbo plural valemos. EI vos es singular; se trata en concreto de uno de los nobles el cual va a ser elegido rey, por lo cual merece se le trate de vos, abreviatura de vosotros, por ser noble y valer por muchos plebeyos. Sin embargo, los nos que lo coronan rey, por ser colectivo de nobles, no quedan equiparados al vos como sujeto individual, pues cada uno de los nos individuales que integran el nos colectivo “vale tanto” como el vos individual del coronado, por lo cual, al sumar, valen más que éste. Históricamente se trató simplemente de una etapa de la evolución de la monarquía electiva, en la cual los nobles se mantenían como cuerpo o clase, por encima del rey. Fue con el paso a la monarquía absolutista, dado por los Reyes Católicos, como se dió en España el paso del nos del monarca, como sujeto individual, a sobreponerse sobre el vos, ya colectivo, del conjunto de los nobles.

De ahí quedó el que el monarca (por imitación, las jerarquías eclesiásticas, en cuanto señores feudales o terratenientes) hablase de si mismo como nos o nosotros.

Así, en los albores del romance castellano, es decir, de la lengua hablada en la Castilla de señores feudales, desde los siglos XI y XII en adelante, encontramos dos tratamientos, que corresponden a dos clases sociales: el de vos entre “Señores” y el de tú entre pecheros o plebeyos. EI tuteo no ofrece novedades sintácticas sobre el latín. EI voseo, en cambio, fue construcción nueva, por las nuevas formas feudales de vida. Veamos algunos ejemplos del Poema de Myó Cid:
“-¡Martin Antolínez, sodes hardida lanza!
¡Si yo vivo, doblar vos he la soldada!”
“mientras que vivades, non seredes menguados”.
“por un marco que despendades, . . . “
“Lo que a vos ploguiere, esso dezimos nos.”

No entraré aquí, claro es, en el estudio morfológico.
Interesa señalar dos aspectos, que no suelen ser presentados con claridad.
EI vos es la raíz del vosotros, plural originariamente,
Y hace de sujeto de una forma verbal plural. Así, partistes, con sujeto en vos, provino de la terminación latina -stis. Simplemente, la i se abrió en e. Desde el XVII se generalizó en Castilla la diptongación, dando la terminación en -steis.

Esto es importante para el voseo costarricense. EI “vos tenes” no es, como se acostumbra a suponer, una contracción por “vos tenéis”, sino la forma arcaica, anterior a la diptongación, más próxima ciertamente al latín.
Recuérdese el “vos escribistes” del Prólogo del Quijote. Como curiosidad ilustrativa, recogeré unos textos del Siglo de Oro, como ejemplos de habla hidalga, y no plebeya.


“mas si os casastes biexo i ella, niña” (QUEVEDO, EI hospital de los mal casados.)

”Vos distes libertad…” QUEVEDO, (Epístola satírica).
“Y pues vos enmendastes. . .” Ibidem.

“Si no salistes vos,… ” QUEVEDO, (Canción a Dona Catalina de la Cerda).

Un ejemplo curioso, pues es aparentemente entre plebeyos, pero que muestra al público de la comedia, la sangre hidalga:
“No me vistes cual retozo
con el uno y otro mozo,
tirándoles el salvado? .” LOPE DE VEGA, (El molino).

Un caso que hoy es fonéticamente llamativo.
“Vístesos [por: os vistes] vos con dos cueros,… ” (Quijote, I, XXXVII).

EI otro caso es la forma verbal del imperativo. Es comprensible que tuviera especial importancia en un régimen feudal (medieval).

Como anotó *Juan de Valdés:
” . . . unos ponéis algunas veces una d al final de las segundas personas de los imperativos, y otros siempre las dejáis; escribiendo unas veces tomá, otras tomad, . . . ” “… porque aya diferencia entre el toma, con el acento en la o, que es para cuando hablo con un muy inferior a quien digo tú, y tomad con el acento en la a, que es para cuando hablo con un casi igual, a quien digo vos; lo mismo es en compra y comprad y . . . “
*Diálogo de la lengua.

El voseo costarricense ha conservado la forma castellana criticada por Valdés.
Unos ejemplos ilustrativos bien conocidos:

“Callá vos, urraca en zuecos” LOPE DE VEGA, El bobo del colegio

“-¿.Mirá, en hora . . . ” . Quijote, I, V. Ídem, I, XIII.

“Decí a Cardoncha que venga ” QUEVEDO, Jacaras, VIII

“Para una danza de espadas, el sitio dice coméme.” QUEVEDO, Jacaras, XII

Pero en el Siglo de Oro, y ya desde finales del XV, la situación era mucho más compleja.

La crisis de los señores feudales, que culmina con los Reyes Católicos (recuérdese que utilizaron la guerra de Granada como medio de “sacar” de sus feudos a los Señores y convertirlos en soldados cortesanos) y acaba con Carlos V, dio lugar al desarrollo, dentro de la nobleza, de una nobleza más alta, o bien, que da lo mismo, a un cierto rebajamiento de los señores hidalgos por debajo de los Grandes nobles. En la práctica, por el desarrollo de formas de respeto para con los Grandes de la Corte, se construyó un tercer lenguaje: Usía, Vuesa Merced.
Este tercer lenguaje provenía del voseo, pero se fue distinguiendo. Hay que tener en cuenta el crecimiento de la población y sobre todo el poder de los españoles de aquellos siglos. Ese Vuesa Merced terminó, probablemente dando el usted. EI voseo quedó para quienes ya no eran Señores, sino hidalgos, pues este vocablo es ya el que se generaliza, y además abundan los hidalgos sin hacienda (“segundones”) que salen a buscarla por el mundo.

Así, encontramos ya en el Siglo de Oro tres lenguajes, sociales y lingüísticos, distintos: el tuteo, el voseo, y el de gran respeto, que dará el usted. En Castilla, entre el XVIII y el XIX, se pierde el voseo, y quedan los otros dos. En América se generaliza el voseo, conservado hoy en Argentina Y Centroamérica.

Hay que advertir que, excepto el castellano, todos los idiomas se han limitado al tu, o bien, los que pasaron por el feudalismo, al voseo. Solo el castellano creó el tercer lenguaje, el del usted. En francés, como lengua neolatina, la construcción básica fue el tuteo. En la misma forma que en el castellano, y por el mismo proceso histórico del feudalismo que construyó el voseo o tratamiento de vous. No construyó un tercer lenguaje. Como el usted castellano. Por eso, los franceses vosean Y ese vous se traduce, convencionalmente, por el usted. EI mismo proceso en otras lenguas neolatinas.
EI ingles tenia el tuteo y el you, de distancia, pero en el XVII perdió el primero. También se puede decir que los ingleses se vosean siempre.

Quienes no se vosean nunca hoy son los castellanoparlantes de la Península Ibérica.

Veamos algunos casos del Siglo de Oro.

EI tuteo, entre plebeyos. Pero al Rey también muy frecuente. En las comedias de Lope, al Rey le tutean. Esto responde a la “intimidad” del Rey con sus súbditos. Juana Panza trata de vos a su marido, pero Sancho unas veces la trata de tú y otras veces de vos; eso sí, Sancho a su amo lo trata de Vuesa Merced.

“Camilo: -Diez mesas ha que estás en casa.
Beltrán: -Sí habrá:
cuatro me llamaste vos,
y seis tú, como á privado.” (LOPE DE VEGA, El Alcalde Mayor)

Es decir, análogamente al caso del Rey, encontramos una forma de tuteo “como a privado”, es decir, el tuteo, en Castilla era ya, a finales del XVI, una forma de intimidad en las relaciones humanas, por encima de las clases sociales (esta es la que predominará mas tarde en España).

Pero hay que recordar que aquellos españoles conquistaban el mundo. Ello nos muestra un mundo cambiante, de clases hereditariamente cerradas, y al mismo tiempo, por la fuerza de los hechos, de subidas y bajadas violentas. Señores empobrecidos (reacuérdese que Señor era titulo feudal, Quería decir: “Señor de …” una tierra o feudo. Honor era una finca) que se han quedado sin los “bienes raíces”, y advenedizos que por sus empresas se ennoblecen.

“Quien ayer fue Zutanillo, hoy el don Fulano arrastra;
y quien era don Fulano,
a los voses se arremanga.” (QUEVEDO, Describe operaciones del tiempo)

puede verse en esta cuarteta genialmente señalada la situación: el plebeyo, el Zutanillo, el nadie, elevado a la alta nobleza, con el don como alto título nobiliario;
y el noble rebajado, empobrecido, que queda en hidalgo; y también, Y esto me interesa mucho, ese “se arremanga”: es decir, que tiene que arremangarse, para ponerse a trabajar, a ganarse la vida, pues ya no vive de las rentas del señorío. A primera vista, ese arremangarse a los voses podría interpretarse como simple vanidad, para no ser
confundido con los plebeyos. Y había vanidad, ciertamente. Pero no era eso solo. Por empobrecido que estuviera el hidalgo, voseaba, no caía en pechero, es decir, el plebeyo pagaba tributo. EI hidalgo seguía exento del tributo.

“Para noble nacimiento
hay en España tres partes:
Galicia, Vizcaya, Asturias,
o ya montanas se llamen.” (LOPE DE VEGA, El premio del buen hablar.)

Históricamente, esto se debió a la conjunción de dos factores: la mayor natalidad, lo que provocó la emigración de los segundones (esa es la verdadera explicación de la llamada “Reconquista”), Y el que, al no haber habido mezcla de pobladores árabes y judíos,
ostentaban todos la hidalguía por el simple hecho de haber nacido montañeses en aquellos valles. Aquí, ahora, sólo me interesa destacar ese montañeses, recordando
al “enmontañamiento” de los pobladores de Costa Rica.

Y se daban casos de vanidad:

“Padres tenéis señoría,
que yo era vos, hija mía,
y vos envuelto en sayal.” (LOPE DE VEGA, Al pasar del arroyo).

Se trata, claro es, de un padre putativo, que es no más que voseador, con una hija nominal, que es hija de Grandes.

Todo el XVI nos muestra españoles “hijos de sus obras”, que trataban de abrirse camino. Con frecuencia fueron objeto de la mofa:
” . . . ó ratos es casi excelencia, á ratos señoría, y á ratos vos.
. ; . y es conde, y marques, y duque, y tu, y vos, y vuesa merced”. (QUEVEDO, EI chiton de las tarabillas.

Pueden verse bien delineados los tres estratos (excelencia, hidalgo, y falta pechero) y los tres lenguajes (tu, vos y vuesa merced).

O cuando Cervantes se burla de aquel soldado, hijo de labrador: “… con una no vista arrogancia, llamaba de vos a sus iguales y a los mismos que le conocían, y decía que su padre era su brazo; su linaje, sus obras y que, debajo de ser soldado, al mismo Rey no debía nada”, (Quijote, I, LI)

Este párrafo es casi una descripción de Pizarro. Y un hidalgo sin hacienda, hacía lo que fuera, incluso trabajar la tierra, por hacerse una vida.

Pues bien, fue la nobleza sin título de feudo, los hidalgos, la que pasó, desde la última guerra de Granada, a proporcionar la “mano de obra” para las empresas de la expansión española por el mundo. Fueron los hidalgos, y los plebeyos aspirantes a hidalgos, los que realizaron el poblamiento de América. Es decir, eran hombres que entre si se trataban de vos.

En los primeros cincuenta años de la “conquista” esos hidalgos, ya de origen noble, ya ennoblecidos por la conquista misma, trataron de formarse feudos. Mediado el siglo XVI, la Corona española cortó violentamente esos intentos de feudalismo (Cortés. Pizarro, los
Contreras) e impuso el nombre de “pacificación”, en lugar del de Conquista. Así, la generación de los conquistadores se fue extinguiendo entre protestas y lamentos, no por pobreza, sino por descontento ante el fracaso feudal.

En el castellano de la Península Ibérica, ese tratamiento de vos se fue perdiendo en el siglo XVIII, absorbido por la generalización del usted, quedando el tú para el tratamiento íntimo. Pero en América es mucho más conservador que en Castilla, y además casi no sufrió la estructuración academicista del afrancesamiento dieciochesco que sufrió la Península.
Así, encontramos en el castellano hablado por hidalgos y conquistadores del XVI, el apelativo vos. Además la conjugación verbal con formas arcaicas: “Vos tenés”
por “Vos tenéis”. Motivo social: el distanciamiento respecto al singular tuteo de los plebeyos, y el distanciamiento respetuoso entre iguales hidalgos.

Antes de llegar al voseo costarricense, todavía me interesa otro punto del castellano del Siglo de Oro.
Es evidente que, en el cruce de esos tres lenguajes,
y con formas verbales tan complejas (piénsese en los subjuntivos) con frecuencia tenían que equivocarse. Y así sucedía.
Veamos algunos ejemplos:

“Mentides, el rey, mentides,
que no dices la verdad.” (Romance del rey don Rodrigo).

“. . . Madre, señora, perdónate el Criador,
madre, si me bayestes, de mi abristes dolor! “. (Poema de Yusuf).

“No serás bobo; gracias tienes; muy bien hicistes
en quebrarle la cabeza.” (QUEVEDO, Vida del buscón, II).

“Vos cometistes traición,
pues me heriste, durmiendo… “(JORGE MANRIQUE, Porque estando el durmiendo…)


Bien conocido este cruzarse de lenguajes en algunos casos (cuando dos interlocutores, el uno voseaba al otro y el otro tuteaba al primero). También es conocido cuando en la misma oración se complicaban en una unidad.

Pero me interesan sobre todo dos ejemplos, que, considero, no eran simple confusión, sino paso deliberado, en la misma alocución, de un lenguaje a otro.
“-Que travesura intentaste
… …
-Que mujer con vos no ví,… ” (RUIZ DE ALARCON, La cueva de Salamanca.)

Puede verse que el trato usual es de tuteo; pero sin llamarle tú, sino vos.
Y el burlesco:
“Alahé, prometed algo, e tenerte he por fidalgo.” (ARCIPRESTE DE HITA, Cantigas, I). En que el buen Arcipreste se burla de todos los hidalgos (se los reconoce en que no pagan, sino que prometen) con voseo, pero trata de tu a aquél a quien se dirige para hacerle sentir su condición plebeya.

Los conquistadores y pobladores de América, desde los primeros anos del XVI, se hablaban en general de vos, o eran hidalgos, o hablaban a hidalgos. Y se cruzaban con frecuencia el vos y el tú.

Cuervo señaló este uso en frases transcritas por Fernández de Oviedo.

Sin embargo, las frases orales que transcribe Fernández de Oviedo son siempre en voseo perfecto, de lo más puro, en un castellano de conjugaciones perfectas. No sirve para anticipar los modismos costarricenses. Incluso cuando hace hablar a los indios: “Bachiller; sois; agradesced que no os matan e habed paciencia”. Solo un caso curioso encontré, de mezcla de modos (y no de tratamientos): “Montezuma… dijo: “Señor capitán no quiero que os vais sino cuando quisieredes; …”
. . . “este señor Montezuma quiere que nos vamos de la tierra… ” (III, XLVII).

Los academicistas llaman a esto “forma incorrecta”. Es incorrecta si por correcta se entiende otra forma (es decir, la evolución galicada posterior en España). Es un sinsentido si se tiene en cuenta que fue forma nada menos que del Siglo de Oro de la lengua castellana.

EL VOSEO TICO

AI cruzar el Atlántico y llegar a Costa Rica, mi primera impresión fue la de estar oyendo hablar a personajes del Quijote.

Téngase en cuenta que yo hube de aprender a leer y escribir sobre el Quijote. Y lo agradezco.

Aquellas maneras de hablar que, en mi Infancia, a mis oídos resultaban exóticas por anacrónicas, en este lado del Océano son vivas. Y entre ellas, sobre todo el voseo. Y lo admiré un poco intrigado, desde el comienzo.

Como marco general, el voseo se ha conservado en el Río de la Plata y en América Central. Y en Costa Rica, en concreto, con variantes hoy propias.

EI voseo costarricense es, pues arcaizante.

Pero nos ofrece dos peculiaridades interesantes.

La primera, el haberse conservado. Va esto, como en el caso tan generalizado del voseo argentino señala una conciencia entre la población colonizadora de “ser alguien” (el hijo de alguien, hipotético origen del trata miento de hidalgo). .

La segunda, su generalización a toda la población. EI caso que me interesa señalar, como termino de comparación, es el del país vasco, en el cual, por una serie de razones históricas y geográficas, se llego, y se estableció en los fueros, que todos los vascos eran hidalgos (es decir, exentos de impuestos), con la sola excepción dudosa de los agotes (o leprosos).

Los pobladores de los valles de montaña, perdidos en lo alto de los Andes, a lo largo del XVII, que dieron origen a los costarricenses, no eran ambiciosos. Eran enmontañados que querían vivir tranquilos, lejos de las autoridades. Pero tenían plena conciencia de “ser alguien”. Pretendían precisamente mantener formas de vida cotidiana con la clásica libertad de los hidalgos. De ahí, el identificarse plenamente con el voseo. No hubo, supongo, ningún acto consciente ni deliberado. Fue simplemente un aferrarse lingüístico a lo que el idioma ofrecía de auto-individualización. Y como se trataba de, pobladores de valles de montaña, no era tanto el origen social peninsular, sino la cotidianeidad del aislamiento en
los valles, lo que mantenía vigente el distanciamiento”, vivido en el lenguaje hidalgo. Y de ahí también la generalización del voseo, o tratamiento de vosotros a uno, a todos los pobladores, incluso a los claramente plebeyos de aspecto, como los mulatos, cuarterones, octavones, etc.

Realmente, muy fuerte tuvo que ser la idiosincrasia de aquellos pobladores del XVII (el número de los del XVI fue insignificante) que imprimió carácter permanente a la fórmula dialógica distanciante para la vida cotidiana.

Pero el fenómeno es más complejo. No se trató solamente del uso generalizado del arcaizante vos. Además, se suprimió totalmente el tú, pasando a vosear en lugar de tutear, como formula de cuasi-intimidad. Es decir, el tratamiento de hidalgos paso a ser tratamiento familiar. Y en cambio (no he estudiado las fechas, pero supongo que a finales del XVIII), pasó a utilizar el nuevo usted como formula de cortesía o autoridad,

En Castilla triunfan dos tratamientos: el usted, de distancia y autoridad o respeto; y el tú, familiar y entre iguales. Los padres son tratados de usted por los hijos (hasta los anos1920 a 1930). En cambio, los iguales en profesión se tutean.

En Costa Rica han quedado el vos para el trato familiar y entre iguales; y el usted para expresar autoridad y respeto. La evolución del tratamiento de los padres por los hijos ha sido cronológicamente igual que en Castilla, pero pasando del usted al vos.

Para exponer, gramaticalmente, el voseo tico, me voy a atener a los lingüistas costarricenses.

La actitud prejuiciada por academicista es la de Gagini:

“Vos.-Tratamiento que se daban entre sí los hidalgos españoles y que se conserva aun en la literatura y en documentos oficiales. Usáronlo los aventureros que venían a América creyendo ocultar por este medio lo humilde de su linaje y pasar por nobles a los ojos de los criollos. De ahí que en el Nuevo Mundo casi nadie use el tú ni sus formas ti, te, contigo, y que a cada paso se oigan expresiones como esta: “vos tenés en tu casa el libro que te preste”, “si vos te vas, iré con vos”, Y otras por el estilo que ponen los pelos de punta a los peninsulares que las oyen”. (GAGINI Diccionario)

Puede verse que todo el tono es despectivo. No tiene sentido llamar aventureros a los pobladores, sino hombres de aventura. Es un error de perspectiva: “pasar por nobles a los ojos de los criollos”; pues cuando llegaron los pobladores españoles a América no había todavía “criollos”, sino que estos fueron sus descendientes. Y lo de poner los pelos de punta. es cuestión individual; a quien si se los ponían, como metáfora, es a don Carlos Gagini.
“Los presentes tenés, cantás, sabes, sepás, habés y los imperativos corré, tenés, salí, … etc. son formas antiquísimas … pero si en las otras republicas están relegadas a la gente vulgar, en la nuestra las emplea todo el mundo, así en el seno del hogar como en los bailes más aristocráticos. Lo peor del caso es que, como no usamos la forma os, correspondiente al vos, pegamos al Imperativo la forma te y decimos quedáte, veníte, sentáte, etc. con gran extrañeza de los españoles que nos visitan (GAGINI. Dicc.)

mas serias son las exposiciones de Arturo Agüero y Víctor Manuel Arroyo.
La conjugación de un verbo en la forma oral es:
Yo canto
vos cantás
usted canta
ella ,él canta
nosotros. -as cantamos
ellos, ellas cantan} ARTURO AGUERO. El español en Costa Rica (1960), p. 87.
Ver pp. 50-51.

V: M. Arroyo hace un estudio bastante amplio de las formas de tratamiento que merecería ser transcrito entero. Delimita los siguientes rasgos:
1”. sustitución de tu por vos, en tratamiento familiar (y rectifica a una serie de lingüistas, que han escrito sobre Costa Rica con plena ignorancia);
2”, uso de la forma complementaria te, pero nunca ti ni contigo;
3”. desuso de los plurales vosotros y os, sustituidos por te, tu;
4”, el plural de vos es ustedes;
5″. uso del usted al dirigirse a personas mayores o de respeto o de poca confianza;
6”, indeterminación personal en formas complementarias correspondientes a tu.
Es interesante el cuadro siguiente elaborado por Arroyo:

Diferencias con los paradigmas Modo indicativo: (cuadro)
 
Modo indicativo:
Primera conjugación:
Presente Futuro Imp. Pret. Indef. Pret. Imperf.
á(i)s admirás as / -e(i)s -aste(i)s -aba(i)s
  ganarás dejastes estabas

Segunda conjugación:

-é(i)s ás/ e(i)s -iste(i)s -ía(i)s
sabés verás perdistes parecías
  verés comiste  

 

Tercera conjugación:

-ís -as/ e(i)s -iste(i)s -ía(i)s
morís dirás fuístes venías
 
Modo subjuntivo:

Primera conjugación:

Presente Pretérito Imperfecto -en –ra    
-é(i)s -ara(í)s    
evités IIegaras    

Segunda conjugación:

á(í)s -iera(í)s    
querás vieras    

Tercera conjugación:

-á(í)s -iera(i)s    
salgás existíeras    
Modo potencial:
Tercera conjugación Primera conjugación Segunda conjugación
-ía(i)s -ía(i)s -ía(i)s
estarías querrías vendrías
 
 

Luego, estudia el Imperativo y el Infinitivo.
Son importantes las siguientes conclusiones a que llega:
“a. Con la ausencia de la “i” atona flexional en los pretéritos imperfectos, la desinencia coincide con la correspondiente a “tu” (cantabas, …).
“b. En la primera y en la segunda conjugación las formas de presente de indicativa se distinguen de las que corresponden a “tu”, únicamente por la acentuación.
“c. En cuanto al futuro imperfecto de indicativo, aparece mas la forma correspondiente a “tu”: aprenderás; …
“d. No se usan ni el pretérito en -se, ni los futuros de subjuntivo.
“e. Coinciden también con las formas de “tu” las del pretérito indefinido de indicativa, al perder muchas veces la -s de la desinencia: oiste,…
De ahí; que el voseo sea transparencia de ese individualismo costarricense. EI espíritu republicano del costarricense es, guardando las distancias cronológicas, semejante al de los nobles aragoneses citados. Cualquier costarricense es igual al Presidente, y juntos son mas que el Presidente. Pudo ser este un dictador o haber subido legítimamente al estrado, con leyes o sin leyes el costarricense recaba de hecho el poder examinar la conducta del gobernante, como la de cualquier hijo de vecino. Y si un gobernante se cree providencial, es decir, depositario de sabiduría superior, o lo chotea, o se lo quita de encima. Es igual que fuera un dictadorzuelo como Braulio Carrillo, o un republicano excelente como José Maria Castro: los deja caer. Si un dictador como Tomas Guardia supo mantenerse en el poder, lo fue gracias a su plebeyez deliberada y a evitar cuidadosamente en todo momento el aparentar superioridad

Por eso en Costa Rica es más difícil ser ex-Presidente que Presidente. EI trato de respeto al ex-, implica el peligro de endiosamiento del ex-. Han sido frecuentes los casos de buenos Presidentes, fracasados como ex-. EI Dr. Calderón Guardia es típico ejemplo.
Se me dirá, claro está, que me salgo del tema del voseo. Yo considero que es al contrario. La perduración y la generalización del voseo se explican por haberse utilizado el voseo como cauce expresivo de esa mentalidad: individualistas que se tratan como iguales.
Por eso, Costa Rica es una población de habitantes de nivel económico variado y a veces distanciado, pero todos con vocación de mesócratas. No es que todos sean clase media. Es que todos quieren ser clase media y no quieren que nadie deje de serlo.
En un pueblo donde todos vosean, es decir, tratan hidalgamente a los demás y exigen ser tratados hidalgamente, no puede haber nobleza. Ni el Estado siquiera tiene una condecoración para corresponder a las de los Gobiernos extranjeros. EI Presidente Echandi oficialmente suprimió el “protocolo” presidencial y nadie se dio cuanta, excepto los embajadores extranjeros…
Encuentro, por tanto, desacertada la opinión, en este punto, de mi admirado amigo Abelardo Bonilla:
“Pero creemos que en Costa Rica, como en otros de nuestros países, responde a la mayor facilidad de dicción que proporciona a la pereza mental, como lo demuestra el empleo que de esa forma hacen los indios y los niños cuando comienzan a hablar. Entre nosotros es, además, una característica de la familiaridad democrática que han creado lo escaso de la población y la escuela publica.”
No fue por pereza como nació, sino precisamente ante una situación muy compleja. Lo de la “familiaridad democrática” es verdad a medias. Es verdad en cuanto a vosear a todos, y de ahí la integración con iguales capacidades de todos (la superación del apartheid de las Pueblas, ya en el XVIII), pero sobre el nivel lingüístico de los hidalgos, y no el de los pecheros. Es decir, fue una democratización “hacia arriba”, y no hacia abajo.

En una ocasión escribí algo que ahora quiero repetir: “En días recientes se ha discutido algo, no mucho, si es conveniente sustituir el “voseo” por al “tuteo”, e incluso se ha dicho (aunque las autoridades no han hablado) de que en las escuelas se impondrá el estudio del “tú” en lugar del “vos”. Y algunas intervenciones en la prensa han sido a favor del “voseo” por sentido nacionalista como forma peculiar que distingue el habla de Costa
Rica frente al castellano de España. Aunque yo no sé “vosear”, pues aprendí el castellano a muchas leguas de Costa Rica, he considerado normal que los costarricenses “voseen” ya que así les ha placido hablar; y además, visto “desde fuera”, resulta una manera interesante y digna de todo respeto de vivir el idioma. Lo que mas me ha extrañado es que se presentase el “voseo” como algo que diferencie al castellano de Costa Rica respecto al de Castilla, cuando históricamente ha sido al contrario. EI “voseo” fue típico de los castellanos de Castilla (y tal como se ha conservado en Costa Rica) y fue en Castilla donde se perdió, pues el castellano ha evolucionado rápidamente en la Península Ibérica, mientras que ha sido conservador en América. Por esto a un español el “voseo” le resulta grato al oído, pues es como oír hablar a los clásicos del Siglo de Oro.
“Lo mas extraño, sin embargo, es la referencia, repetida, de que se cambie en la escuela el “voseo” por el “tuteo”. Es extraña, pues, habría que suponer, en la escuela deben aprender los niños el castellano “escrito” en el cual poco “voseo” encontrarán. Respecto al lenguaje oral, familiar, poco tiene que hacer la escuela. Y en cuanto al trato del maestro hacia sus alumnos, ni de vos ni de tú, sino de usted. Las escuelas, no “rurales” sino de mentalidad campesina, propendían al tuteo, pero en todas los países de lengua castellana, al evolucionar la escuela y salir del mero marco agrario, ha elevado la relación maestra-alumno a una categoría mas seria. La maestra no es (no debe ser) ya simplemente la “niña” (la solterona sin oficio), sino un profesional que educa personas en un marco de relaciones humanas complejas.
“Costa Rica, país de poco folklore, debería cuidar el “voseo”. Eso si, no es la escuela su lugar.”