Raíz: Aunque están casi siempre bajo la tierra, las raíces necesitan una debida oxigenación, unas especies más que otras, por esto el suelo debe ser el adecuado en cuanto a brindar una textura que permita la debida aireación, y esto se logra haciendo algunas mezclas básicas de suelos (arenosos vs arcillosos) de manera que se alcance la textura óptima para un cultivo determinado.
Al tallo también se le conoce como «habito», los hay de multiples formas y tamaños. algunas veces es en el tallo que se muestra alguna enfermedad o deficiencia nutricional.
La hoja es técnicamente un colector solar, y dentro de este la fotosíntesis (gracias a la clorofila) crea azúcares a partir de la luz, el agua y el dióxiodo de carbono, estos azúcares terminan creando la totalidad de la planta, incluidas las flores y los frutos.
Con respecto a flores y frutos lo que debemos entender es que no hay fruto sin que antes haya existido una flor. Que la flor generalmente atrae con recompensas al polinizador que suele ser un insecto, aunque también tienen esa funcion algunas aves y también el viento, y que el fruto requiere de un dispersor (de la semilla que va dentro del fruto), que puede ser el viento, o insectos, las aves e incluso algunos mamíferos, en cuyo caso, el fruto tendrá sabor agradable y valor nutricional para el dispersor, que defecará la semillas tras haber consumido el fruto generalmente a una cierta distancia de la planta madre de dicha semilla.
Existen otras muchas formas más de polinización y dispersión, las unas aún más increíbles que las otras, pero que para nuestro tema no es algo trascendente.