Sabe más de economía un ama de casa, que un economista keynesiano.
La palabra economía deriva del griego «oikos» que significa casa, y nomía que significa «relacionado a la reglas» de ahí economía es algo así como: Las reglas de la casa, o el estudio de la casa.
La economía «oficial» que se enseña en casi todas las universidades del mundo es llamada «escuela neoclásica». Deriva del aporte dado por Adam Smith, que es quien sienta los fundamentos del análisis económico tal y como lo conocemos hoy.
Smith es altamente influido -así como todos los intelectuales de la época- por los recientes aportes de Newton a la comprensión del universo, y para esto habíase apoyado Newton en múltiples formulas matemáticas, que permitieron una comprensión racional del cosmos, algo hasta el momento vedado para la ciencia de la época.
Fue entonces con base en ese mecanicismo desarrollado por Newton para poder explicar el cosmos, que Smith y los siguientes precursores de la ciencia de la economía, desarrollaron su visión de este campo. Una visión que contempla el ideal económico buscando un «equilibro perfecto» basado en fórmulas matemáticas.
Es probablemente debido a esta deshumanización de la ciencia económica según la escuela neoclásica o keynesiana, que hoy la población desconfía abiertamente de los economistas.
Lo cierto es que la economía analiza a un conglomerado de seres humanos llamado mercado, a partir de esta realidad, un acercamiento humano más que matemático dará ciertamente mayores resultados positivos en cuanto a aciertos de pronósticos que al día de hoy y desde siempre han sido paupérrimos, hasta que se desarrolló la escuela austriaca de economía, que en efecto acierta en la gran mayoría de los pronósticos hechos, escuela de la que hablaremos extendidamente en un siguiente capítulo.